sábado, 1 de mayo de 2010

Los sentimientos químicos

Es muy conveniente para la convivencia creer que el libre albedrío (1) existe.

Las neurociencias son aquellas ramas de la biología que estudian las causas orgánicas de nuestro funcionamiento psíquico.

Recientemente se han hecho descubrimientos realmente interesantes que podrían llevarnos a pensar que todas nuestras ideas, creencias y sentimientos responden a fenómenos químicos, circulatorios, hormonales.

La oxitocina es una hormona de efectos bastante conocidos pero que sigue sorprendiéndonos con algunas de sus acciones.

Es clásico su uso para inducir el parto. De modo similar se sabe que tiene una gran influencia en el establecimiento de los vínculos.

De hecho algunos la llaman «la hormona del amor» porque aumenta su presencia en el organismo cuando se tienen relaciones sexuales.

Su presencia es fundamental en el establecimiento de un buen vínculo entre la madre y el recién nacido así como también en la producción de leche y la aptitud del pequeño para alimentarse.

En un par de artículos anteriores (2) les comentaba sobre cuáles parecen ser las condiciones necesarias para acceder a la felicidad y nuevamente ahí aparece esta hormona (oxitocina).

Efectivamente, no hace mucho los israelíes (3) descubrieron cómo influye esta hormona no solamente en los vínculos amorosos sino también en la envidia.

Claro que culturalmente este sentimiento está mal visto, pero me animo a defenderlo pues nuestro progreso como especie depende en gran medida de ese malestar que nos produce (la envidia provocada por la oxitocina según los israelíes) cuando otros logran estar mejor que nosotros.

Pero eso sí, en el caso de que el amor y la envidia fueran realmente provocados por esa hormona, nuevamente tengo que pensar que el libre albedrío es una ilusión en tanto nuestras acciones y móviles son la consecuencia de fenómenos químicos.


(1) ¿Qué libertad?
Soy libre de hacer lo que deba
Lexotán con papas fritas
Cállate que estoy hablando
Lo que la naturaleza no da, nadie lo presta

(2) «Me alegra estar triste» y
Con la envidia nos igualamos

(3) Este link contiene un artículo sobre la investigación de la Universidad de Haifa.

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