jueves, 28 de diciembre de 2017


ABUSO RETROACTIVO




Mi adolescencia fue todo lo neurótica que pudo ser. Las chicas me perturbaban. Las deseaba y temía a la vez, no sabía cómo ser agradable ni cómo no molestarlas. Me parecía mal el baile porque se trataba de un “abrazo lícito”. Quizá un abuso, quizá un pretexto para hacer lo indebido. Fui un puritano. Décadas después veo que algunos son demandados con retroactividad y pienso: “una vez más la neurosis me salvó”. Hasta Freud confesó ignorar cuál es el deseo femenino.



La sociedad está cometiendo una injusticia al imponer normas morales con retroactividad. Los varones que se “propasaron” no tenían cómo saber qué estaría mal en el futuro. Mi gran universidad (el cine) me indicaba que los varones más apreciados por las mujeres (Mastroiani, Delon, y otros ) eran audaces, atrevidos, irrespetuosos.



Hoy, 28/12/2017, siguen buscando a quien mató a Lola Chomnalez, porque cuando la mataron ya estaba prohibido el homicidio, pero condenar hoy a quienes tuvieron conductas QUE HOY SE CONSIDERAN INAPROPIADAS, no creo que sea justo.

lunes, 20 de noviembre de 2017



NIÑOS ESTUDIANTES

Los niños nos desorientan cuando dicen: “No me gusta estudiar” porque los adultos entendemos: “No me gusta estudiar nada”, sin embargo, lo que ellos quieren decir es: “No me gusta estudiar esto”, o “No me gusta estudiar de esta manera”, o “en este lugar”, o “en este momento”, o “con esta gente”, o con esta ropa.

Se dice que nos resistimos a cambiar y esta también es una frase incompleta que nos confunde. Si dijéramos “nos resistimos a los cambios perjudiciales” podríamos pensar que “adherimos a los cambios beneficiosos”.

POR LO TANTO: los humanos siempre queremos cambiar para estar mejor. Queremos estudiar, trabajar y cualquier cosa que nos gratifique, y no queremos cambiar para estar peor.

jueves, 9 de noviembre de 2017



LIBRE ALBEDRÍO Y DETERMINISMO


Cuando tenía 20 años leí un libro que me llenó la cabeza de fuegos de artificios. Se llamaba “Las formas ocultas de la propaganda”. Aún hoy sigo fascinado con el poder de persuasión que aparentemente tuvieron los rusos para que, a través de nuncios publicitarios en Facebook y en Twitter convencieran al pueblo norteamericano para que votara a Donald Trump y al pueblo inglés para que votara el Brexit (desvinculación de la Unión Europea).

Por hechos como estos, no creo en el Libre Albedrío y sí creo en el determinismo.