La injusticia nos da energía, como si nos recargara una batería eléctrica. Por esto buscamos y «consumimos» injusticias.
Una de las principales fuentes de energía del
ser humano son las injusticias.
Efectivamente, las injusticias nos excitan,
enfurecen, frustran, enojan, irritan, sulfuran,
encolerizan, crispan, impacientan, encrespan, con todo lo cual los humanos
mejoramos, actuamos, estudiamos, debatimos, peleamos, nos capacitamos, nos
unimos para contrarrestar las injusticias que nos amenazan.
¿A qué estoy llamando «injusticias»?
No solamente incluyo en esta categoría a las
acusaciones sociales, legales y penales de las que podamos ser víctimas («fulano no me saludó», «fulano
transgredió tal norma», «fulano le robó al vecino»), sino
también a la universal discrepancia que existe entre «lo que debería ser» y «lo que humanamente
puede ser».
Es acá
donde somos atacados por la injusticia de la forma más salvaje, vil e
imperdonable.
Cuando
otros nos recriminan exigiéndonos que:
—
deberíamos ser más puntuales;
— que no
deberíamos ensuciar los espacios comunes;
— que no
deberíamos decir mentiras (ni siquiera piadosas);
— que
deberíamos pagar todos nuestros impuestos sin chistar;
— que no
deberíamos jugar en el horario de trabajo;
— que
deberíamos ser más tolerantes con las equivocaciones ajenas;
— etc.,
etc., etc.
...nos
están exigiendo, acusando, imponiendo reclamos injustos, INHUMANOS.
El hecho de
que las injusticias son para nuestro cerebro una fuente de valiosa energía, es
determinante de una cantidad de acontecimientos que nos acompañan a lo largo de
toda la vida.
Por
ejemplo, así como los autos eléctricos quedan varias horas recargando sus
baterías, preferentemente en horario nocturno, los humanos solemos
«conectarnos» a las fuentes de información (noticieros televisivos) en las que
nos enteramos, con inconfesable placer, sobre los infortunios, las
tragedias y las injusticias que padecen
otros que se nos parecen pero que «felizmente» son desconocidos.
Estas
pequeñas dosis de injusticia también recargan nuestras «baterías».
(Este es el
Artículo Nº 1.565)
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