El diccionario de sinónimos puede decirnos quiénes somos si encontramos una primera palabra que nos defina adecuadamente.
Para muchas personas es fascinante saber quiénes son. Escuchan con particular interés cuando alguien les señala alguna característica que las diferencia del resto; también prestan particular atención a las indicaciones supersticiosas de la astrología (occidental, china, celta, maya).
Esas descripciones no son muy confiables porque todo indica que existen más de doce formas de ser y si bien estamos totalmente determinados, este determinismo proviene de una realidad muy dinámica, cambiante, que se renueva minuto a minuto.
Es probable que la fecha de nacimiento sea importante, como también lo es el instante de la fecundación, pero estos son datos que se suman a miles de otras influencias variables (genética de los padres, clima, alimentación, embarazo deseado o no deseado, evolución biológica del feto, por mencionar unos pocos).
No es nada nuevo lo que habré de contarles, pero seguramente muchos no lo conocen aún.
Con los recursos de que disponemos los internautas, comenzamos a hacer una encuesta entre quienes más nos conocen preguntándoles con qué vocablo nos definen: divertido, sorprendente, entusiasta, o cualquier otro.
Luego, utilizando algún diccionario de la web o el proveedor de sinónimos de Word (menú contextual con el cursor ubicado sobre la palabra de la que se necesitan sinónimos), vemos qué podemos obtener.
Si utilizamos este último procedimiento y con el cursor sobre la palabra «divertido», vemos que Word 2007 nos da la siguiente lista: distraído, recreado, solazado, entretenido, amenizado, explayado, parrandeado.
Con estas nuevas definiciones sobre cómo somos, podemos armar un pequeño texto que nos defina, como lo haría un novelista con un personaje.
Una vez depurada esta auto descripción primaria, hacemos lo mismo con los sinónimos de los sinónimos, y así sucesivamente.
La astrológica es menos exacta que este procedimiento.
●●●
No hay comentarios:
Publicar un comentario