domingo, 4 de diciembre de 2011

La inocencia de quien roba a un ladrón

Existe una especie de «cadena de robos» (explotación, abuso), donde quienes vendemos «commodities» somos un «eslabón» más.

La palabra inglesa «commodity» también es usada por quienes hablamos español.

Se denomina así a la materia prima difícil de diferenciar pues son casi idénticos el petróleo venezolano y el de Arabia, el trigo argentino y el mexicano, o las bananas brasileras y las de Ecuador.

Esa dificultad para diferenciarlos hace que su precio sea casi el mismo en todos los mercados.

Yo supongo, basado exclusivamente en razones fonéticas, que el vocablo «commodity» significa «común» [common], es decir, «lo que no está diferenciado», lo que no es raro.

Pero también supongo otra cosa y es que «commodity» está vinculado lingüísticamente a «accommodation», es decir, «un lugar donde vivir».

Probablemente no sea casual (aleatorio, azaroso, fortuito) que en los países productores de alimentos y minerales (commodities), también padezcamos una mala distribución de la riqueza.

Si no es por mala suerte (casualidad) que los países productores de materias primas tengamos la peor justicia distributiva, entonces llegamos al lugar donde también ha llegado el sentido común: algo estamos haciendo mal los pueblos.

Naturalmente, quien piensa que existe el libre albedrío tratará de buscar culpables.

Quienes creemos en el determinismo podemos suponer que la misma naturaleza que ha puesto en nuestros territorios la generosidad de una tierra fértil y de un subsuelo rico, puso pueblos adaptados a una especie de «paraíso» («accommodation»), desmotivados para agregar mano de obra diferenciadora que le aumente el valor a sus productos exportables.

En suma: Si abandonamos las hipótesis de culpabilidad que sólo nos han traído gobiernos militares, persecuciones y dictadores, es natural que los vendedores de «commodities», que no hacemos más que «robar» lo que produce u oculta nuestro suelo, quedemos expuestos a que otros nos «roben» (exploten) sin que podamos evitarlo.

Artículo vinculado:

Ignorar para no sentirse culpable

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