viernes, 1 de octubre de 2010

El carácter es una característica que me caracteriza

Le llamamos carácter a la manera de reaccionar que tenemos ante cada circunstancia que nos toca vivir.

Cuando vamos a salir y nos enteramos que está lloviendo, nuestro carácter hará que demos un puntapié contra la puerta de calle, o que volvamos para ponernos una vestimenta más adecuada, o que cambiemos de planes por otro que no implique tener que salir.

Cuando nos avisan que en un mes tendremos una prueba de evaluación estudiantil, nuestro carácter hará que nos pongamos a estudiar por todo lo que no hemos estudiado antes, o llamemos por teléfono a todos nuestros amigos para quejarnos de nuestro infortunio, o seguiremos actuando como siempre porque una evaluación no altera nuestro ritmo como estudiantes.

Cuando nuestro cónyuge da muestras de indiferencia, frialdad, desamor, nuestro carácter hará que propiciemos el diálogo buscando las causas del cambio para evitar la pérdida del vínculo, o consultaremos con alguien experto en Tarot para que nos informe qué ocurrirá en el futuro, o, suponiendo que nos dejará, nos adelantaremos y tomaremos la iniciativa, porque «es mejor dejar que ser dejados».

Tenemos un cuerpo con cierta forma de reaccionar ante las experiencias de vida y estas experiencias de vida modifican esa forma de reaccionar original generando lo que llamamos aprendizaje.

El carácter es parte de nuestra identidad, quienes nos rodean saben bastante sobre él y lo tienen en cuenta.

Saben si tenemos baja o alta tolerancia a la frustración, si somos previsibles o imprevisibles, conocen qué tienen que hacer para que (casi automáticamente) hagamos lo que ellos prefieren.

Dentro de ciertos márgenes, el carácter está cambiando permanentemente, adaptándose a las circunstancias para que el fenómeno vida siga ocurriendo.

Aunque parece estar bajo nuestro control, es tan autónomo como otras funciones adaptativas (temperatura corporal, presión sanguínea, sistema inmunógeno, etc.).

●●●

No hay comentarios: