domingo, 4 de noviembre de 2012

La propaganda atemorizante de la medicina



   
Aunque estamos dotados de un organismo vivo auto-regulado, superior a cualquier sistema cibernético conocido, ¿quién desoye la propaganda atemorizante de la medicina?

Para muchas personas vivir es una actividad mientras que para otras vivir es una contingencia, algo que ocurre por el acontecer de ciertas causas sobre las que poco o nada podemos influir.

La economía de mercado defiende, por razones de «vida o muerte»,  la primera interpretación de la realidad: «vivir es una actividad» de la cual somos responsables.

Las razones dramáticas de la economía devienen de que el consumismo depende de que los humanos estemos convencidos del libre albedrío y de que además estemos convencidos de que, actuando con inteligencia, sabiduría y perseverancia, las enfermedades y los malestares son evitables.

La economía de mercado nos dice que debemos mantenernos en estado de alerta permanente.

Los médicos son los principales agentes económicos de esta filosofía consumista en el rubro «salud».

Ellos nos sugieren que los consultemos al menor indicio. De esta forma nos aseguran que casi nada pasará a mayores porque, agregan, la eficacia curativa dependen en gran medida de la atención precoz, mientras que los fracasos terapéuticos se asocian al descuido, la desatención y la irresponsabilidad de los pacientes.

Como decía al principio, «vivir es una actividad». Según este punto de vista, vivir es algo que tenemos que hacer y si lo hacemos mal pagaremos las consecuencias con una muerte prematura o, en el peor de los casos, con algún deterioro orgánico irreversible que descienda dramáticamente nuestra calidad de vida.

También es posible pensar que el descenso de la calidad de vida está asegurado si creemos que la vida es una tarea.

Aunque estamos dotados de un organismo vivo auto-regulado, superior a cualquier sistema cibernético (1) conocido, ¿quién se anima a desoír la propaganda atemorizante de la medicina?

 
(Este es el Artículo Nº 1.709)

No hay comentarios: