Cuando las mujeres no
están en plan reproductivo y buscan practicar sexo recreativo, son menos
estrictas en la elección de compañero.
Para convivir con mayor
armonía quizá sería útil que ninguna mujer espere que los varones piensen,
sientan y reaccionen como ellas.
Definitivamente, queridas
mujeres, ¡no pierdan el tiempo! Los varones son seres humanos por un único
motivo y este está determinado por ustedes mismas, en tanto ninguna podrá ser
fecundada por espermatozoides que no sean masculinos.
Esta mínima razón parece
fundamental precisamente por ser la única. Si no fuera por esa necesidad de
ustedes, que los eruditos han dado en llamar aislamiento reproductivo (1), los varones
perteneceríamos a otra especie.
En suma 1:
ustedes y nosotros, virtualmente pertenecemos a diferentes especies, por eso
somos tan distintos y quizá por eso mismo a ustedes les cuesta tanto darse
cuenta que no somos mujeres con pene.
Esta comprensible equivocación de las mujeres también induce
a un error masculino cuando intentamos opinar sobre ellas como si fueran
varones sin pene.
En suma 2: para
disfrutarnos más de la obligatoria convivencia impuesta por nuestra única
misión de conservar la especie (2) necesitaríamos comprendernos mejor.
Como tengo ínfulas de entendernos comparto mis opiniones,
pero como sé que soy muy pretensioso, confieso que mis opiniones podrían ser
erróneas: sólo usted puede saber si está de acuerdo conmigo o no.
Insisto con que la hembra humana es la que desencadena el
fenómeno copulatorio, al igual que lo hacen el resto de las mamíferas de otras
especies cuando entran en celo (3).
Agrego ahora: Cuando las mujeres buscan a un varón para que
sea padre de sus hijos, son muy estrictas: eligen solo a uno, pero cuando no
están en plan reproductivo sino que buscan practicar sexo recreativo, son menos
estrictas y eligen entre un número mayor de candidatos.
(Este es el Artículo Nº 1.855)
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